Hacía al menos un año que no subía al estudio de una persona muy allegada. Siempre que subo respiro esa sensación de acogida, de bienestar, de sosiego y quietud que da ese espacio diáfano rodeado de libros. Paredes tintadas de ocres, mesa central, cuna de tanto saber, y al fondo, el rincon donde descansan el carboncillo, las acuarelas, los pinceles y las láminas. Me acerco y, grata sorpresa, cuadros nuevos penden de la pared. Uno de ellos es la raiz de un árbol y el otro un tubérculo. Son dos dibujos sencillos, desnudos y frágiles, realizados por Domingo Frades (D.F), pintor extremeño conocido hace años. No me canso de mirarlos, disfruto y me traen buenos recuerdos.
Pasados unos días, seguía recreandome en los dibujos y quería saber más de la obra de D.F. Busqué en la red y encontré el Blog de Miguel A. Lama (PURA TURA) dónde recoge la publicación del libro "Maniático de los escaparates" por parte de la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura. No lo he visto, aunque muero de ganas de tenerlo en mis manos, en él se recoge una selección de los cuadernos de D.F., con textos de Ángel Campos Pámpano, Luis Costillo y Antonio Gómez.
Siempre descubro algo nuevo al visitar el estudio de Fran y Susana. Ésta vez, me ha permitido un viaje a la memoria de aquellos años en Badajoz, y por otra parte, se cruza en mi camino y despierta mi interés el conocer la obra de Angel Campos Pámpano, hasta ahora desconocido.